Factores de riesgo
La edad
El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad. Las cifras son generalmente bajas en las mujeres menores de 40, pero aumentan después de 40 años de edad y son más altas en los 70 años o más. El promedio de edad en el cáncer de mama se encuentra a los 61 años.
Historia familiar
Las mujeres que tienen una madre o hermana con cáncer de mama, tienen mayor riesgo de tener la enfermedad, sobre todo si el cáncer del familiar fue diagnosticado a una edad temprana (menor de 50 años). El riesgo aumenta si la mujer tiene varios parientes con la enfermedad. Esto se debe a que algunos cánceres de mama están relacionados con mutaciones (cambios) en la estructura genética (ADN) de las células del cuerpo que se pueden pasar de generación en generación. Mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes que predisponen al cáncer de mama.
Obesidad
La obesidad aumenta el riesgo de cáncer de mama, particularmente en las mujeres posmenopáusicas.
Consumo de alcohol
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama. El grado de riesgo se incrementa a medida que aumenta el consumo de alcohol.
Edad de la primera menstruación o menarquia
Las mujeres que presentaron su primera menstruación a una edad temprana (menos de 11 años) tienen mayor riesgo de cáncer de mama. A menor edad de la menarquia mayor el periodo de exposición al estrógeno (hormona sexual femenina) y mayor riesgo de que las células en la mama se vuelven cancerosas.
Edad de la menopausia
A mayor sea la edad de la menopausia (cuando menstruaciones paran) mayor será el riesgo de cáncer de mama. Esto se debe a una menopausia tardía expone el cuerpo de una mujer para una mayor cantidad de la hormona estrógeno durante su vida.
Número de nacimientos
Las mujeres que tuvieron menos de 2 niños -más aun las que nunca tuvieron hijos- tienen mayor riesgo de cáncer de mama.
Densidad de las mamas
Las mujeres que en sus mamografías tuvieron mayor densidad del tejido mamario presentan más riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Hormonas post-menopáusicas
Son medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas de la menopausia, como los bochornos y la sequedad vaginal. Las hormonas posmenopáusicas más comúnmente prescritas son los estrógenos y la progesterona, que el cuerpo deja de producir en forma importante después de la menopausia.
Las mujeres posmenopáusicas que toman más de 5 años estrógenos tienen mayor riesgo de cáncer de mama. Los altos niveles de estrógeno después de la menopausia pueden causar que las células de la mama se vuelvan cancerosas.
Enfermedad benigna de mama
Enfermedad benigna de mama es un gran grupo de patologías mamarias que incluyen quistes (sacos llenos de líquido), fibroadenomas (protuberancias sólidas de tejido) y la hiperplasia (aumento anormal del tamaño y número de células).
La mayoría de las enfermedades benignas de la mama nunca se convierten en cáncer, pero hay una condición llamada hiperplasia atípica que está relacionada con mayor riesgo de cáncer de mama.
Factores de Protección
Menor exposición del tejido de la mama al estrógeno que produce el cuerpo.
La disminución del tiempo en que el tejido de la mama de la mujer se expone al estrógeno puede ayudar a prevenir el cáncer de mama. La exposición al estrógeno se reduce de las siguientes formas:
Embarazo temprano: las concentraciones de estrógeno son más bajas en el embarazo. Las mujeres con un embarazo a término antes de los 20 años tienen un riesgo más bajo de cáncer de mama versus aquellas que no han tenido hijos o que tuvieron su primer hijo después de los 35 años.
Lactancia: las concentraciones de estrógeno permanecen más bajas mientras la mujer amamanta. Las mujeres que amamantan tienen un riesgo más bajo de cáncer de mama que quienes tuvieron hijos, pero no los amamantaron.
La actividad física: Las personas que son físicamente activas durante al menos 30 minutos al día tienen menor riesgo de desarrollar cáncer de mama, posiblemente debido a que la actividad física afecta los niveles hormonales y otros factores de crecimiento en el cuerpo. La actividad física es también una de las mejores maneras de ayudar a mantener un peso saludable. Además, las personas físicamente activas tienen también menor riesgo de presentar cáncer de colon, enfermedades del corazón, diabetes y “derrame” cerebral.
