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Usualmente, una fuente de ignición es la energía en forma de calor que hace que el combustible llegue a su temperatura de ignición. Aunque los incendios son inusuales en la mayoría de ocupaciones, una fuente de ignición implica por lo general alguna circunstancia inusual de presente de otra forma. Las fuentes de ignición son clasificadas de acuerdo al origen del calor involucrado.
La energía eléctrica produce calor cuando la corriente eléctrica fluye a través de un conductor o salta un espacio de aire. El calor producido es proporcional a la resistencia y al cuadrado de la corriente. Calor excesivo, suficiente para iniciar un incendio, puede ser producido por: (1) una corriente alta, (2) una resistencia alta o (3) una falla en la refrigeración o en la normal eliminación del calor.
Cuando la corriente eléctrica salta un espacio de aire la resistencia es tan alta que incluso una pequeña corriente produce una cantidad significativa de energía. Fuertes corrientes de arco a través de espacios de aire pueden fundir el metal que a su vez puede provocar incendios.
En cualquier equipo eléctrico que tiene un control térmico, pegando o fusionando los puntos de contacto resultaría en el sobrecalentamiento del dispositivo.
La electricidad estática, algunas veces llamada también electricidad por fricción, corresponde a una acumulación de carga eléctrica en la superficie de dos materiales que se han unido y separado después. Las superficies se cargan entonces positiva y negativamente. Si estas sustancias no estuvieran conectadas o puestas a tierra podrían asimilar suficiente carga eléctrica para producir una chispa. Los arcos estáticos tienen generalmente muy corta duración y no producen suficiente calor para causar la ignición de materiales combustibles ordinarios tales como el papel. Algunos otros; sin embargo, son capaces de causar la ignición de gases o vapores inflamables o nubes de polvos combustibles. Un combustible que fluya por el interior de una tubería puede generar suficiente electricidad estática, cuya energía puede causar la ignición de un vapor inflamable.
Un material combustible o inflamable puede ser encendido por contacto con o por calor radiante de una superficie calentada por medios distintos a la energía eléctrica. Estas superficies calientes son mayormente producidas por: (1) la fricción, (2) equipos de calefacción y (3) sustancias fundidas.
Las llamas abiertas pueden ser fijas o portátiles. Las llamas fijas, como las de los hornos, calderas, termas y termos, podrían encender fluídos de combustibles como vapores o gases inflamables. Las llamas portátiles, como quemadores, sopletes, pueden encender cualquier material combustible que se encuentre en cualquier lugar de un edificio. Las chispas calientes o partículas fundidas por corte o soldadura o de operaciones mecánicas como triturado son fuentes de ignición comunes. Los metales que se introducen en maquinaria textil o maquinaria de procesamiento de grano pueden generar chispas calientes que pueden encender pelusa, polvillo u otro material fácilmente inflamable.
Fumar es una de las principales causas de incendio. Esta conclusión es usualmente determinada por un proceso de eliminación. La evidencia directa que pruebe que un cigarrillo o un puro fue específicamente la causa de un incendio (fuente de ignición) es raramente hallada. Se han realizados estudios sobre los mecanismos por los cuales los puros y los cigarros pueden iniciar un incendio. La temperatura de una colilla de cigarro varía entre 290° y 760° C (550° to 1400°F). Las conclusiones del estudio fueron:
Un fuego incendiario a menudo está caracterizado por un intento consciente para asegurar que el fuego sea grave. Usualmente se usan líquidos inflamables o cisternas para ayudar a esparcir el fuego. Se usan fuentes de ignición fuertes, usualmente, con un mecanismo de sincronización como una vela o un reloj. Más de un incendio es frecuentemente iniciado al primer intento. Las protecciones contra incendios son desconectadas. En incendios accidentales, el azar juega un papel fundamental. En incendios intencionales, el azar es minimizado.
Los testigos de las primeras etapas del fuego normalmente pueden dar información útil respecto al material inicialmente afectado por el incendio. Si se sospecha del incendiarismo como causa del incendio, el tipo de humo o llamas observadas son a menudo de interés. El color del humo es usualmente el primer indicio para saber que combustible estuvo implicado en el incendio.
Tabla 1
Combustible | Color de humo |
---|---|
Compuesto Heno/vegetales | Blanco |
Aceites de cocina | Marrón |
Fósforo | Blanco |
Nitrocelulosa | Amarillo parduzco – amarillo |
Sulfuros | Amarillo parduzco – amarillo |
Acido sulfuric, nítrico | Amarillo parduzco – amarillo |
Pólvora | Amarillo parduzco – amarillo |
Gas de cloro | Amarillo verdoso |
Productos de petróleo | Negro |
Madera | Gris-marrón |
Mayoría de plásticos | Negro |
Papel | Gris-marrón |
Ropa | Gris-marrón |
La ausencia de llamas o la presencia de llamar pequeñas indica ausencia de aire. La presencia de más llamas que humo indica el quemado de un combustible seco con buena ventilación. Llamas erráticas indican la presencia de gases mientras que las chispas en grandes cantidades indican que se está quemando sustancias pulverulentas.
El calentamiento espontáneo puede ocurrir en muchos tipos de materiales incluyendo sólidos (astillas de madera, carbón, espuma de caucho, trapos, tableros de fibra y polvos metálicos) y líquidos (aceites vegetales y animales). Los materiales que se calientan espontáneamente aumentaran su temperatura sin tomar calor del ambiente que los rodea. La generación de calor se da a menudo por una o por la combinación de las siguientes reacciones exotérmicas (reacciones que liberan energía): oxidación (combinación química de un material con oxígeno), descomposición (el material se divide en sus elementos), polimerización (combinación de moléculas de bajo peso molecular en un solo compuesto de alto peso molecular) o por acción biológica (descomposición bacterial). Estas reacciones a menudo ocurren normalmente (a bajas velocidades) sin acumulación de calor. El incremento de la temperatura del material se da cuando la pérdida de calor en los alrededores es reducida. Las condiciones que afectan al calentamiento espontáneo son: la geometría del material, el área superficial disponible y el aislamiento del entorno circundante. Varios arreglos de las reacciones mencionadas y otras condiciones permitirán el desarrollo del calentamiento espontáneo y conducirán a la ignición del material produciendo combustión con o sin llamas.
En cultivos agrícolas, las bacterias pueden promover la oxidación y generación de calor. Esto se fomentaría por un alto porcentaje de humedad. Las bacterias tienden a morir a temperaturas entre 71°C y 80°F (160°C a 175°C); un calentamiento más allá de ese punto está usualmente asociado a la oxidación acompañada de una descomposición química.
Los siguientes materiales son los más asociados al calentamiento espontáneo: