Si bien es cierto que la mayoría de las personas con buen estado de salud son capaces de recuperarse de la influenza en una o dos semanas sin presentar complicaciones, otras personas podrían tener complicaciones serias que incluso podrían causar la muerte, en los casos más severos. En este segundo grupo de personas se encuentran, por ejemplo, los niños pequeños, adultos mayores, pacientes con afecciones crónicas (asma, diabetes mellitus, problemas cardiacos, entre otras).

¿Cómo se contagia?

Los virus de la influenza se esparcen en el aire a través de las gotitas que expulsa una persona enferma al toser, estornudar o hablar. También podríamos contagiarnos al tocar una superficie u objeto contaminado con los virus y, luego tocar nuestra boca o nariz.

¿Cómo me puedo proteger?

Para evitar contagiarnos de influenza, debemos evitar el contacto directo con personas que la padezcan, lavarnos las manos, y si estamos enfermos, guardar reposo en casa para evitar la propagación de los virus y cubrirnos la boca y nariz al toser y estornudar. Sin embargo, la manera más eficaz de prevenir la influenza y sus serias complicaciones es la vacunación. Es importante vacunarse todos los años porque la influenza es impredecible, los virus de la influenza cambian constantemente y la inmunidad de la vacuna disminuye con el tiempo.