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El agua es tu mejor aliado cuando estás enfermo

  • 22/02/2017

Cuando una persona se enferma pierde el apetito. Comer alimentos sólidos puede no ser muy atractivo, sin embargo, los líquidos son más fáciles de digerir. El cuerpo necesita de agua para eliminar toxinas, mantener en buen funcionamiento del organismo y para compensar la pérdida de líquidos provocada por los vómitos, diarrea o fiebre, síntomas que suelen presentarse.

"Es importante mantenerse bien hidratado para que su cuerpo pueda combatir cualquier virus con el que se está luchando", explica Jennifer Haythe, del Centro Médico de la Universidad de Columbia.

La cantidad de agua que se recomienda beber varía dependiendo del peso de una persona. Saberlo es sencillo y existen diferentes fórmulas que ayudan a determinar cuánto líquido se necesita, por ejemplo una de ellas señala que por cada kilogramo de peso, se debe beber 35 mililitros de agua. Es decir, si una persona pesa 70 kilogramos, necesitará 2,450 ml (poco más de 2 litros de agua al día).

Si hay una pérdida adicional de líquido a causa de los vómitos, fiebre o diarrea, se recomienda aumentar el consumo de agua. Pero sin llegar al exceso.

Es claro que el agua es beneficioso para la salud, pero beber más de la cuenta traerá consigo desde efectos leves como dolores de cabeza, somnolencia profunda y náuseas hasta los más graves como intoxicación por agua, sudoración extrema (que puede requerir de una operación), mal funcionamiento de los riñones y la hiponatremia.

¿Qué es la hiponatremia?

Es un trastorno causado por las bajas concentraciones de sodio en sangre y se debe, entre otras cosas, al consumo excesivo de agua. El sodio es un elemento necesario para el perfecto funcionamiento del organismo a nivel muscular y neurológico.

La disminución de sodio en el cuerpo puede causar desorientación, confusión y en el peor de los casos convulsiones y hasta coma.

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En conclusión

Si el malestar quita el apetito, lo mejor que se puede hacer es beber agua lenta y constantemente, pero no litros y litros, sino lo que necesita el cuerpo para mantenerse hidratado y en buen funcionamiento.


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