Cómo disminuir las probabilidades de siniestros en los activos de producción y distribución de energía
Virtualmente, todos los equipos de generación y distribución de energía presentan riesgos significativos de incendio, desde generadores portátiles de emergencia hasta turbinas diésel de servicio público. Los generadores de energía operan usando diésel inflamable, combustibles de gas natural y derivados, así como aceites lubricantes. En muchos casos, los generadores funcionan de manera ininterrumpida, bajo exigentes condiciones que llevan hasta el límite los componentes mecánicos y eléctricos.
Con el tiempo, este uso puede causar fugas de combustible, aceite o líneas hidráulicas; acumulación de humedad en el equipo; deterioro de las conexiones eléctricas; o generación de arcos eléctricos. Estas fallas, a su vez, pueden provocar un fuego intenso, con la capacidad de destruir o dañar un generador y traer como consecuencia serias pérdidas económicas y tiempo de paro.
Y es que un incendio en un generador de energía significa un riesgo para el negocio, no solo porque esta máquina representa una importante inversión de capital, sino también porque el tiempo de paro no programado puede tener serias repercusiones para aquellos que dependen de un suministro ininterrumpido de electricidad.
La mayoría de incendios en generadores son fuegos de llama rápida, los cuales son difíciles o imposibles de extinguir con un sistema de aspersión desde lo alto. Este tipo de siniestros también tiene el potencial de expandirse rápidamente al equipo y propiedades adyacentes, y amenazar la seguridad y las vidas de los ocupantes del edificio.
Saber dónde está el riesgo
El primer paso para proteger los equipos de generación de energía empieza con la identificación de los riesgos de incendio. A continuación, las principales ocurrencias que pueden desencadenar un siniestro en los equipos de generación de energía, aunque existen muchas otras.
Los fluidos inflamables que entran en contacto con los turbo cargadores, los distribuidores de escape, las partes calientes del motor u otras superficies sobrecalentadas.
- Las chispas eléctricas, las superficies calientes del equipamiento eléctrico, así como los sistemas de distribución.
- Cortocircuitos y fallas de tierra en equipos eléctricos y sistemas de distribución.
- Fricción de frenos, correas sujetas, cojinetes y otras piezas.
- Cortocircuitos en compartimientos de baterías, arcos, grasa, así como acumulación de restos de combustible.
- Desgaste y fallas en cables y mangueras.
- Mangueras hidráulicas, accesorios, líneas de aceite y combustible con roturas o fugas.
Cualquiera de los casos arriba mencionados puede disparar un incendio con alto potencial de provocar daños o destrucción de equipos y activos de generación de energía; alterar las operaciones; y causar pérdidas económicas debido a las reparaciones y al tiempo de paro no programado.
Para evitar un incendio, se recomienda proteger y manipular con precaución los siguientes equipos y activos:
- Generadores de gas.
- Turbinas de gas.
- Generadores diésel.
- Salas de máquinas eléctricas diésel.
- Generadores de energía de emergencia o stand by.
- Turbinas de vapor.
- Equipo de cogeneración.
- Salas de control eléctrico.
- Controles paralelos e interruptores.
- Controles de administración de carga y transferencia.
- Volante del UPS.