Cómo disminuir las probabilidades de siniestro en los laboratorios de este rubro.
Evidentemente, todos los laboratorios cuentan con los procedimientos necesarios para evitar siniestros. Sin embargo, los accidentes ocurren inesperadamente, y la naturaleza volátil de las diversas sustancias químicas, mezclas y reactivos puede ocasionar un significativo riesgo de incendio. Prevenirlos o detectarlos en su etapa inicial es importante para reducir la probabilidad de lesiones en los trabajadores y minimizar los daños potenciales del equipamiento, material de investigación, datos y propiedad.
En muchos casos, las campanas de extracción presentan los riesgos más grandes de incendio en los laboratorios. Estas contienen fuentes de ignición, como los quemadores Bunsen, las planchas calientes, el equipo eléctrico, los reactivos de agua, el material pirofórico, los oxidantes y los gases comprimidos inflamables. Dentro de las campanas, las salpicaduras, los derrames, las reacciones no previstas, el sobrecalentamiento de equipos eléctricos, entre otras fallas, pueden iniciar fuego en un instante.
Otra fuente potencial de incendios son los gabinetes de almacenamiento de material inflamable. Los laboratorios industriales y químicos también están equipados con almacenes para materiales peligrosos (Hazmat), los cuales contienen elementos como fluidos y gases inflamables.
De igual forma, las cajas de guantes se usan en una amplia variedad de operaciones, que involucran líquidos y gases inflamables, así como objetos de fácil combustión que representan un peligro potencial de incendios.
Todos estos elementos, que abarcan sobre todo campanas extractoras y gabinetes de almacenamientos, deben ser puestos a buen recaudo.
Saber dónde está el riesgo
El primer paso para proteger las chimeneas de humo de un laboratorio químico, los gabinetes de almacenamiento y el resto de equipos empieza con la identificación de los riesgos de incendio.
Estas son algunas de las muchas ocurrencias que pueden desencadenar un incendio en un vehículo o equipamiento:
- Derrames y salpicaduras químicas.
- Reacciones químicas no previstas.
- Solventes y químicos almacenados de forma no apropiada.
- Sobrecalentamiento de la plancha al dejarla encendida por accidente.
- Falla en el equipo eléctrico, la instrumentación o el cableado.
- Daños en los receptáculos y los conectores.
- Mala manipulación de los materiales pirofóricos y oxidantes.
- Pérdida de control de los fuegos de banco.
Las pérdidas son de diversas magnitudes, como los daños o destrucción de vehículos y equipos, la alteración de las operaciones de minería y los perjuicios económicos debido a las reparaciones y al tiempo de paro no programado.
Para evitar este tipo de siniestros, es recomendable proteger los equipos y activos específicos del laboratorio, como es el caso de:
- Campanas de extracción de vapores químicos
- Campanas de extracción de vapores de banco
- Campanas de extracción de vapores de destilación
- Campanas de extracción de vapores de ácido perclórico
- Campanas de extracción de vapores de radioisótopos
- Campanas de extracción de vapores de digestión de ácidos
- Campanas de extracción de vapores de piso
- Campanas de extracción de vapores recirculantes (sin ductos)
- Gabinetes de almacenamiento de material inflamable
- Cajas de guantes
- Bancos limpios de flujo laminar
- Aisladores de farmacia