Cómo disminuir las posibilidades de siniestro en los autobuses de tránsito
Un incendio en un autobús es una situación muy peligrosa. Los diferentes tipos de autobuses (público, escolar, interprovincial o autocar pullman) presentan su propio conjunto de riesgos de incendio. Estos pueden empezar en los compartimientos del motor, la batería o el equipaje. Además, los diversos diseños, la geometría y los flujos de aire contribuyen a aumentar la intensidad del incendio y el potencial de expansión del fuego.
Son muchas las causas de incendios en los autobuses; dentro de ellas, las fallas mecánicas y los problemas eléctricos encabezan la lista. La fuente más obvia de riesgo es el motor, porque contiene tres elementos de alto riesgo para que se inicie un incendio: combustibles (gasolina, diésel o GNC), oxígeno y calor producto del encendido. El siniestro se genera ya sea con una chispa en la batería, producida por cables deshilachados, cables con el aislante derretido, o por un componente electrónico en cortocircuito. Otras áreas de riesgo son los compartimientos de los generadores, los calentadores auxiliares, los paneles eléctricos y los centros de ruedas y rodajes.
Debido a los muchos materiales inflamables utilizados en la construcción y aislamiento de autobuses, el incendio que produzcan tiene la capacidad de expandirse muy rápidamente. Inclusive, puede inundar el compartimiento de pasajeros con un sofocante humo negro en cuestión de segundos. El desastre se vuelve más grave cuando los pasajeros son adultos mayores, incapacitados físicos, o cuando ocurre como resultado de una colisión o choque. Un pasajero que demore poco en abandonar un autobús en llamas puede resultar herido o, en el peor de los casos, muerto.
Saber dónde está el riesgo
El primer paso para proteger los autobuses de transporte público, escolar, interprovincial y autocar pullman empieza por identificar los riesgos de incendio. Por ejemplo, todos ellos llevan grandes cantidades de combustible, aceite y fluido hidráulico. Un incendio de rápida expansión puede ocurrir si cualquiera de estos líquidos inflamables entra en contacto con partes calientes del motor, o por una falla mecánica o eléctrica.
Esta es una lista de algunas ocurrencias que pueden desencadenar un incendio en un autobús:
- Fluidos inflamables que entran en contacto con las piezas o las superficies calientes del motor del autobús.
- Acumulación de residuos alrededor de los sistemas de escape.
- Componentes dañados del sistema hidráulico, eléctrico y de combustible.
- Acumulación de aceite, grasa y combustible, por fugas y derrames.
- Acumulación de residuos de distinta naturaleza alrededor de los ejes giratorios.
- Fricción de las correas sujetas, los cojinetes y otras piezas.
- Fatiga y falla en cables y mangueras.
Las pérdidas que se generan son de diferente magnitud: desde daños o destrucción del vehículo, hasta amenaza a la seguridad de los pasajeros. Además, el perjuicio financiero representa más que un simple deducible de seguros. Al ser un transporte masivo, los autobuses no están disponibles en todas las tiendas: deben ordenarse con meses de anticipación y, generalmente, se fabrican de forma personalizada (lo que incluye un tiempo de entrega). Este tiempo de paro puede durar semanas o meses, y trae como consecuencia un severo daño en los ingresos del operador.