El presente boletín nos presenta una comparación entre El Niño y La Niña, considerando la alta probabilidad de la presencia de esta última, durante el 2016 y 2017. Además, nos muestra la evolución de las condiciones oceano atmosféricas, en el Pacífico Ecuatorial y en la costa peruana, durante el pasado mes de junio 2016. El titular del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Juan Manuel Benites, advirtió que el Perú se verá afectado por la llegada del Fenómeno La Niña, que se producirá entre setiembre y octubre de este año. Las principales regiones en alerta serán: Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lambayeque, La Libertad, Lima, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, Tacna y Tumbes. “En la costa nos tocará un invierno como el que no tenemos hace algunos años, pero nos complica en la parte alta pues generará nevadas extremas y granizadas”, precisó, en declaraciones recogidas por Andina. Esto afectara principalmente al sector agrícola y pecuario.

¿Diferencia entre el Fenómeno del Niño y la Niña?

En la Figura 1 se observa el cambio de la circulación atmosférica ecuatorial, en la denominada Celda de Walker, durante El Niño y La Niña. Los Vientos Alisios (Trades) son débiles durante El Niño, mientras que se intensifican durante La Niña. Las lluvias se desplazan hacia el Pacífico Central y luego a Sudamérica durante El Niño. En La Niña, las precipitaciones se ubican en el Pacífico Occidental (Indonesia).
En la Figura 2 se muestra la distribución de anomalías de temperatura superficial, y las anomalías de presión atmosférica, asociada a El Niño y La Niña. Durante El Niño, el calentamiento cubre todo el Pacífico Ecuatorial Central y Oriental, mientras que durante La Niña se invierte este patrón de temperatura. Las anomalías de presión atmosféricas también se revierten, es decir las zonas que presentaban anomalías positivas en El Niño, se vuelven negativas en La Niña y viceversa.
En la Figura 3 se presentan las teleconexiones asociadas a las anomalías térmicas en el Pacífico Central (Región Niño 3.4), observándose que durante La Niña el invierno es más crudo que lo normal a lo largo de la costa peruana, tal como lo estamos sintiendo en estos días. Lo contrario sucedió en febrero, cuando El Niño estaba presente. En general las condiciones climáticas a nivel global son opuestas, durante El Niño y La Niña.
En la Figura 4 se puede observar la comparación, para el mes de junio, de la altimetría satelital entre La Niña de 1998 (posterior al Niño extraordinario) y La Niña del presente año 2016. Es claro que el enfriamiento y el hundimiento de la superficie del mar (en mm) durante 1998, fue más pronunciada. Es evidente que los patrones son bastante diferentes.
En la Figura 5 se presenta la evolución de las anomalías térmicas en el Pacífico, a fines de abril, mayo y junio. Se puede observar que el enfriamiento ya se encuentra posicionado en la Región Niño 3.4 (rectángulo), en el Pacífico Central Ecuatorial. Durante el mes de junio el afloramiento costero es muy intenso en la costa peruana, enfriando sus aguas (color azul), invadiendo la Región Niño 1+2 (cuadrado) frente al extremo norte de nuestras costas.
En la Figura 6 se muestra la evolución de las anomalías térmicas frente a la costa peruana, durante la última quincena de mayo y el mes de junio. Es claro que durante la segunda quincena de mayo y la primera quincena de junio no se presentan diferencias notables; sin embargo, en la segunda quincena de junio el afloramiento costero es mucho más intenso (color azul), llegando a cubrir toda la costa peruana.
En la Figura 7 se presenta la temperatura del mar peruano el día 30 de junio, además de la evolución de las anomalías térmicas frente a nuestras costas, promediadas en la franja de 0 a 50 millas náuticas (90 Km). En julio del 2015 el calentamiento fue muy alto entre los 10° y 15° sur, o sea entre Chimbote e Ica, continuando hasta principios de marzo del 2016. A mediados de marzo del 2016, se inicia el enfriamiento con un máximo a fines de abril y otro a fines de junio, es decir en estos días.

Fenómeno de la niña