Resumen Ejecutivo: El cuerpo de especialistas reunidos en el Centro de Monitoreo y Predicción de Rímac Seguros estima que en relación al episodio El Niño Costero débil en curso lo más probable es que acontezca lo siguiente:
1) Las temperaturas en la costa se mantengan por encima de sus valores habituales.
2) Eventuales lluvias o huaicos se observen en la costa central y central-norte en marzo.
3) Llueva por encima de lo normal en la costa de Tumbes y Piura en marzo y abril.
Discusión Técnica: Empecemos este nuevo informe ubicándonos en relación a la magnitud del actual episodio costero. El ICEN o Índice Costero El Niño es lo que nos sirve para ello. La tabla siguiente muestra la escala de valores que lo categorizan:
El gráfico siguiente muestra la evolución mensual del índice, siempre en el rango débil y con un pico aparente, durante esta temporada en el mes de diciembre.
En el análisis semanal y comparando este evento con el del 2017, queda claro que el actual es particularmente más débil hasta la fecha.
Entramos ahora en el mes de marzo donde el océano es más proclive a calentarse y donde este calentamiento además coincide con las mayores temperaturas anuales en nuestra costa.
Lo que nos afectó duramente en el 2017 fue la concurrencia del mayor calentamiento con la parte más cálida del año.
No parece, sin embargo, que ese sea el caso, ni remotamente en el 2019.
Ahora bien, para ver lo que viene empecemos con el comunicado más reciente del ENFEN con fecha 25 de febrero.
Aquel señala: “La Comisión Multisectorial ENFEN mantiene activo el estado de Alerta de El Niño, esperando que se mantengan las condiciones cálidas débiles al menos hasta inicios de otoño. Esto debido al arribo de dos ondas Kelvin cálidas entre marzo y abril, así como al debilitamiento de los vientos alisios del sureste a lo largo de la costa, en relación a su climatología. En lo que resta del verano, en la costa norte y centro del Perú se mantendrían las anomalías positivas de la temperatura del mar y del aire. En este escenario, sumado a las condiciones atmosféricas y la estacionalidad de las lluvias, el ENFEN considera que se presentarán condiciones favorables para una mayor ocurrencia de días lluviosos y muy lluviosos 1 en las cuencas bajas y medias, principalmente, en la costa norte y centro del Perú y particularmente en marzo.”
Señalándose además que los “Días lluviosos correspondientes al percentil entre 90 y 95 de la información de lluvia y días muy lluviosos corresponden a percentil entre 95 y 99 de la información de lluvia.”
En términos de lluvias al cierre de febrero y observado el norte del país que es la zona crítica de riesgo, las lluvias entre enero y febrero en las mayores ciudades han estado en rangos normales y lejos además de lo observado en similar época en el 2017.
Regresando en nuestro propósito de anticipar lo que viene, y atendiendo a lo advertido por ENFEN respecto de la llegada de una Onda Kelvin en marzo cuyo impacto en la costa – calentándola – pudiera ser crítico.
Respecto de la llegada de la Onda Kelvin; la última semana, el equipo que tiene a su cargo el área técnica del Centro de Monitoreo y Prevención de Rímac Seguros pudo recoger la opinión en el prestigioso Centro de Predicción Climática de la NOAA en Washington; quizá los más capacitados en el tema El Niño/La Niña en el mundo, un comentario respecto a que una Onda Kelvin previa, la formada a finales de diciembre último había sido detenida y no pudo pasar al Pacífico Oriental durante febrero.
Estos episodios de Ondas Kelvin que no progresan hacia el Pacífico Oriental (nuestras costas) no son nuevos y estuvieron presentes desde mayo del 2015 hasta el verano del 2016, por ejemplo, en aquel recordado intenso evento El Niño del Océano Pacífico pero que no tuvo un correlato en nuestra costa el 2016 como muchos esperaban.
Parece que el Pacífico oriental tampoco estaría muy permisible de admitir en sus aguas la Onda Kelvin esperada para marzo. De ser ese el caso, el evento costero actual no tendría un impacto tan destructivo en el norte (debido a nuestra altísima vulnerabilidad y casi nula respuesta de la reconstrucción tras el evento del 2017). No obstante, ya hay un calentamiento en curso y lluvias estacionales activas son previsibles aun no hubiera mayor impacto de la Onda Kelvin.
Desgraciadamente la resolución del análisis de temperaturas de las capas superficiales del océano (0-150 mts) donde viajan las Ondas Kelvin al aproximarse a Sudamérica no permiten un análisis muy preciso. Muchas veces este resulta siendo ex – post. Esto último acarreó problemas de predictibilidad al equipo técnico del ENFEN en el 2016 y podrían volver a darse ahora mismo.
Para entender la situación haremos ese mismo análisis en este informe:
Esta es el área donde se ubican las boyas que miden las temperaturas de las capas superficiales del océano que nos permiten ver que profundidades están más cálidas (tonos amarillos-rojos) y cuales más frías (tonos celestes-azules). El avance de cualquiera de ellos hacia el Este en Sudamérica es el avance de las Ondas Kelvin. Sean estas cálidas o frías. Son tiempos de El Niño. Las hay cálidas ahora.
Pues bien vamos a comparar dos cortes hechos hasta más de 400 mts de profundidad en esa franja.
En la primera observación de fecha 22 de febrero, casi todo el océano revela aguas más cálidas que lo habitual. Es lo lógico, no solo hay un evento costero débil; hay uno débil en todo el océano, además. El mismo que – no obstante – la última semana ya alcanzó temperaturas en el Pacifico central propias de un evento moderado sobre el cual hay mucha incertidumbre respecto de su futuro.
La siguiente observación con fecha 27 de febrero apenas exhibe un mínimo avance de la onda cálida sobre el bolsón frío que persiste debajo del Pacífico Oriental.
Por eso – y volviendo al comentario del Centro de Predicción Climática de la NOAA – podríamos volver a estar frente a otra Onda Kelvin “fallida” en su propósito de desplegar un masivo calentamiento costero en el norte y centro como podría suponerse.
Sin perjuicio de lo anterior, el mar frente al país está más cálido que lo habitual. Ello, más allá de los eventos debajo de la superficie, sigue estimulando la presencia de temperaturas en la costa por encima de sus valores normales.
El gráfico anterior, también de la NOAA, exhibe temperaturas del mar por encima de 1ºC frente a Perú.
Ello explica el calor en Lima, algo menor que en el 2017.
De acuerdo a lo que venimos monitoreando; es probable que suceda lo siguiente:
1) Las temperaturas en la costa se mantengan por encima de sus valores habituales.
2) Eventuales lluvias o huaicos se observen en la costa central y central-norte en marzo.
3) Llueva por encima de lo normal en la costa de Tumbes y Piura en marzo y abril.
En los dos últimos casos señalados, no esperamos valores o impactos similares a los del año 2017.
En el caso particular de la ciudad de Lima no esperamos precipitaciones más allá de las estacionales que suelen presentarse y que raramente sobrepasan 4mm.
Este informe se actualizará periódicamente.
Lima 4 de marzo de 2019.