Resumen Ejecutivo:
El cuerpo de especialistas reunidos en el Centro de Monitoreo y Prevención de Rímac Seguros cierra El Niño Costero 2019 haciendo un balance final del evento:
Las precipitaciones acaecidas durante los meses de enero, febrero y marzo en las regiones de la costa norte del país no superaron sus promedios típicos del trimestre, excepto en Tumbes. No obstante, en este último caso, la excedencia estuvo dentro de lo que puede considerarse variabilidad natural del clima
Las precipitaciones de las regiones del sur, especialmente entre finales de enero y los primeros quince días de febrero; se vieron singularmente exacerbadas por patrones de circulación regional atípicos. Lo anterior derivó en un corto y muy intenso periodo de precipitaciones que se tradujo en importantes daños en infraestructura pública y privada. El número de damnificados fue elevado y la carencia de cobertura de seguros en el área hará más difícil la recuperación de la zona afectada.
El efecto más relevante de El Niño Costero 2019, se observó en las anomalías térmicas; habiéndose registrado olas de calor en varias ciudades y por varios días. Incluso se batió el record de temperaturas en la estación Mallares, provincia de Sullana, Piura; donde los termómetros alcanzaron los 39.0ºC. Solo dos estaciones de la costa peruana, en los registros de datos han alcanzado los 39°C dentro de los registros confiables conocidos. Todos en la región Piura. El récord es compartido con 39.8°C en los distritos de Lancones, en Sullana y Chulucanas, en la provincia de Morropón.
En ambos casos, los récords se han observado en los años 2016 y 2013, respectivamente. Existen otros lugares muy cálidos en Perú: Tingo de Ponasa, en la provincia de Picota, San Martín; Palpa, en la provincia del mismo nombre, en Ica. Ninguno de ellos, sin embargo, ha alcanzado el exclusivo grupo de las estaciones que han registrado los 39° C.
Los modelos de pronóstico muestran para los próximos meses, condiciones neutrales (ni El Niño, ni La Niña Costeros) para el Pacífico Oriental y anomalías ligeramente (El Niño débil) cálidas para el Pacífico Central.
Balance Final:
Desde finales del año 2018, con la formación y arribo de Ondas Kelvin provenientes desde el centro del Pacífico; nuestras costas fueron nuevamente invadidas de aguas anómalamente cálidas gestándose un nuevo episodio de El Niño Costero de débil intensidad.
A diferencia de lo ocurrido en el 2017, El Niño 2019 fue previsto con varios meses de anticipación, así El ENFEN en su informe del 20 de septiembre 2018 cambió su estado “No Activo” al estado de “Vigilancia de El Niño” y para inicios del 2019 declaró “Alerta de El Niño” de magnitud débil.
Los acumulados de precipitaciones esperados para un evento El Niño de magnitud débil en la costa norte; también fueron débiles, sin embargo; no se descartaban algunos episodios (1 o 2 días) de precipitaciones fuertes o muy fuertes que podrían afectar las regiones Tumbes, Piura y Lambayeque.
El comparativo de las precipitaciones acumuladas entre enero y marzo 2019 con los últimos 4 episodios El Niño, refleja con claridad lo poco significativo de las lluvias del evento de este año, donde sólo en Tumbes; se registraron precipitaciones ligeramente sobre los valores normales.
Los registros pluviométricos diarios corroboran que hubo días, en especial durante febrero; que las precipitaciones en la costa norte alcanzaron grandes acumulados, pero la falta de continuidad (días sucesivos con grandes lluvias) disminuyó el riesgo potencial de ocurrencia de inundaciones, huaicos y crecidas generalizadas de los ríos (por ejemplo: el 23 de febrero precipitó 71.0 mm en Tumbes, pero los días 24 y 25 los acumulados fueron 7.0 mm y 0.0 mm respectivamente).
Un partido completamente a parte se jugó en el sur del Perú, específicamente en la vertiente occidental de los andes entre las regiones Arequipa, Moquegua y Tacna (lo propio ocurrió en el norte de Chile). Aquí el patrón estacional típico de lluvias fue exacerbado por anomalías en la circulación atmosférica a nivel regional, registrándose diversos eventos extremos, entre ellos; la ocurrencia de fuertes lluvias y huaicos como en Aplao, Candarave o Moquegua.
Otro efecto directamente asociado a El Niño Costero, pero que es poco considerado; es el incremento de la temperatura del aire. A lo largo de la costa, este año se registraron anomalías cálidas que superaron en más de 2.0ºC los valores normales y en varios sectores de la costa aún continúan registrándose anomalías cálidas, especialmente en temperaturas mínimas.
Cabe destacar que durante el 2019 se han registrado varios records de temperatura como el caso de la estación Mallares – Sullana el 27 de enero alcanzando los 39.0ºC (SENAMHI, 2019), además se registraron semanas con olas de calor a lo largo de la costa oeste de Sudamérica que se extendió, inclusive; hasta la Patagonia, haciendo que la misma OMM (Organización Meteorológica Mundial) catalogue el inicio de este 2019 como un año de extremos.
En abril, el ENFEN declaró el término de El Niño Costero 2019 (Comunicado Nº 07 – 2019) al pasar del estado de “Alerta de El Niño” al estado “No Activo” y actualmente a pesar de que persisten algunas anomalías cálidas frente a nuestras costas, estas anomalías no alcanzan el umbral de El Niño.
Perspectivas:
Los modelos climáticos de agencias internacionales pronostican para el Pacífico oriental (que incluye la costa norte del Perú), condiciones neutras para los próximos varios meses y para el Pacífico central (región Niño 3.4) indican condiciones cálidas débiles. Este escenario implica que, durante el periodo de otoño e inicios del invierno; las anomalías térmicas ligeramente cálidas (en temperaturas mínimas sobre todo) se podrían mantener.