Bleve es el acrónimo de “boiling - liquid – expanding – vapor explosión”. Se define como la explosión - debido a una falla – de un recipiente que contiene un líquido a temperatura superior a su punto de ebullición a presión atmosférica.

En general, el término Bleve se usa para cualquier pérdida súbita del recipiente que contenga un líquido por encima de su punto de ebullición. Si el líquido contenido es inflamable puede haber “bola de fuego”, fuego radiante (“flash fire”), o explosión de nube de vapor (“vapor cloud explosión”).

El mayor riesgo de Bleve de un recipiente que contenga un líquido inflamable y que se fracture por la exposición a un fuego externo, es la generación de una “bola de fuego” y su radiación, que puede quemar la piel de personas expuestas, causar daños a estructuras y provocar la ignición de materiales combustibles cercanos, en adición a los efectos de la explosión y fragmentación de las paredes del recipiente

Durante nuestras visitas de inspección observamos algunos casos de recipientes a presión expuestos a incendios externos que originarían Bleves:

1. Parihuelas de madera y plásticos almacenados junto a envases de GLP
   
2. Almacén de plásticos muy cerca de tanques de GLP
   
3. Almacén de repuestos sin pared cortafuego, adyacente a cilindros de oxígeno, acetileno y nitrógeno.
   
4. Madera y cartones cerca de cilindros de acetileno y GLP.
   

Un recipiente o ducto puede fracturarse por diferentes causas, sin una inmediata ignición de los inflamables contenidos. Si el contenido inflamable se mezcla con aire dentro del rango de inflamabilidad y encuentra una fuente de ignición se producen explosiones de nubes de vapor (“vapor cloud explosión”) o fuegos antorcha (“flash fires”), que pueden originar Bleves de recipientes en la trayectoria, como el ocurrido en San Juanico, México, el 19 de noviembre de 1984.

“En un terminal de GLP se fracturó un ducto de 200 mm de diámetro. La válvula de emergencia (shut off) no cerró y 10 minutos más tarde la nube de gas del escape combustiona en contacto con una fuente de ignición. La radiación generó Bleves en tanques y esferas de GLP expuestas a la trayectoria de la deflagración”.

“En la investigación se descubre que el aislamiento y el sistema de diluvio para enfriar los tanques y esferas eran inadecuados, y no había detectores de gas. Las pérdidas superaron U$ 25 millones”

El fluido en un recipiente es una combinación de líquido y vapor. Si el recipiente se fractura el vapor escapa y la presión del líquido cae bruscamente, vaporizándose en milisegundos, con explosión y generación de fragmentos con propulsión a largas distancias. Si el líquido es inflamable se genera la “bola de fuego”, con niveles de radiación en función a la altura, diámetro

El primer Bleve puede originar Bleves en otros recipientes, por el efecto en cadena o “dominó”, con incremento de daños.

Las rupturas de recipientes se deben a fuegos externos, impactos mecánicos, corrosión, sobrepresión interna o fallas metalúrgicas.

Cuando el recipiente está expuesto a un fuego externo, las planchas metálicas se calientan, perdiendo resistencia mecánica. Dentro del recipiente, el calor se transmite a la fase líquida, aumentando su temperatura. El calor transferido a la fase gaseosa aumenta la temperatura de las paredes metálicas, debilitándolas. Las válvulas de seguridad no evitarán el Bleve, aun si están bien diseñadas y operativas.

1. Radiación
   

   La intensidad de la radiación térmica de la “bola de fuego” está en función a cuatro parámetros: (1) la masa del fluido, (2) el diámetro de la “bola de fuego”, (3) la duración de la “bola de fuego”, y (4) la emisión térmica.

   La radiación (kW/m2) y sus efectos para distancias entre la “bola de fuego” y el receptor se calcula mediante fórmulas matemáticas, obteniendo la escala mostrada a continuación. Para efectos comparativos, la radiación en un caluroso día de verano alcanza 1 kW/m2.

   
   

   Como ejemplo, consideremos una esfera de GLP de 18 m de diámetro:

   En el siguiente plano se muestra la intensidad de la radiación de una “bola de fuego para dos distancias establecidas para esta esfera de GLP:

   
2. Ondas de presión por explosión
   

   Los efectos de la explosión en un Bleve se originan por la rápida evaporación del líquido y por la expansión del vapor dentro del recipiente. En muchos accidentes el segundo factor produce los mayores efectos.

   Para determinar los efectos de la explosión de un Bleve se debe calcular la explosión por la ruptura del recipiente presurizado, cuyo estallido genera una onda de presión.

   La siguiente tabla describe cuatro zonas según la sobrepresión (kPa). En la Zona A hay destrucción de edificaciones; en la Zona B se presentan daños severos con colapso y/o fallas de algunos elementos estructurales; en la Zona C las edificaciones pueden seguir siendo utilizadas, con reparaciones; y en la Zona D ocurren roturas de cristales, rajaduras en paredes y daños en techos.

   
   

   Por ejemplo, para la misma esfera de GLP de 18 m de diámetro se muestran las sobrepresiones para tres distancias:

   
3. Fragmentación del recipiente
   

   El Bleve puede producir fragmentos de las paredes del recipiente, que salen propulsados como “cohetes”, causando daños a bienes y personas. Los efectos están en función al número, forma, velocidad y trayectoria.

   Los fragmentos pueden recorrer largas distancias debido a que retienen una porción del líquido contenido en el recipiente, que al vaporizarse durante la primera etapa de la trayectoria aumentan la aceleración del fragmento.